jueves, 31 de mayo de 2007

Más Clásicos

No tenía ni idea de que existía una edición en español, y ahora va y encuentro una en un portal de venta de libros de segunda mano. Es de 1943. Por 12 euros ha llegado a mis manos la única edición en nuestra lengua de las Memorias de Madame de Campan, encuadernadas en tela color marfil con resaltes en oro. Está un poco desgastada, algunas hojas presentan signos de moho, pero se embellece con una dedicatoria fechada en Ceuta, 1945, y firmada por Inés Sánchez (¿Qué historia habrá detrás?).
Estas memorias, ansiadas por mí desde que tuve conocimiento de su existencia, son fácilmente encontrables en Internet en lengua francesa e inglesa, pero, fijaros que interesante: madame Campan fue lectora de las hijas de Luis XV, camarera y amiga personal de María Antonietta hasta el final de sus días en la guillotina, y profesora y consejera de la hija de Josefina Bonaparte. ¿Qué tendrá que contarnos? Ya os lo diré cuando termine de leerlas.
Creo que me lo voy a pasar muuuy bien.

lunes, 28 de mayo de 2007

Piratas

No podía ser de otra manera; son el símbolo de la libertad y, Babette, el personaje femenino en NO TE FÍES DE UN BANDIDO, en el fondo de su ser, quiere ante todo ser libre.

Ser libres.
Cuando pienso en la libertad, en mi forma de ver la libertad, pienso en piratas y en Thelma & Louise, y en la curiosa similitud entre ambos de estar fuera de la ley, de sacrificar su pertenencia a la sociedad a cambio de un poco de aire fresco.
Evidentemente, con esto, no me queda más remedio que renunciar a mi libertad: soy una chica de ciudad, atada a una agenda, que me encanta ir a votar y pago religiosamente mis impuestos.
Sin embargo, cuando escribo novelas de amor, me gusta que estén llenas de piratas.

Desconocidos

Hace unos días asistí a una conferencia de Eduardo Punset.
Nos contó algo sorprendente que no estoy muy segura si os transmitiré de forma correcta.
Imaginaros andando por la calle, un poco despistadas, como, al menos yo, suelo ir siempre, pensando en lo que aún nos queda por hacer o si nos hemos dejado la lavadora puesta. En ese momento te cruzas con un desconocido y… tu cerebro empieza a procesar, como si fuera el archivador de una vieja biblioteca: si ese rostro es familiar, si pertenece a alguien que en algún momento haya compartido un pedazo de nuestras vidas y, si no es así.
NOS ENAMORAMOS.
Nos enamoramos de lo desconocido, de lo no cifrado en nuestra memoria. Así de sencillo.
Y yo me pregunto ¿Qué hay de eso de que siempre buscamos a alguien como nuestro padre o como nuestro primer amor?¿Qué hay de las que nos enamoramos una y otra vez del mismo tipo de individuo y que siempre sale mal, (pues por eso es una y otra vez y no una sola vez)? ¿Qué hay de …?
Eduardo, seguro que te entendí mal.

martes, 8 de mayo de 2007

¿Es necesario haber amado...?

-Para escribir sobre el amor ¿es necesario haber amado?
“¡Vaya preguntita!” –pensé cuando la oí de labios de una periodista.
…y reconozco que no supe, no sé contestarla.
¿Hay que vivir una experiencia para saber narrarla? ¿Hay que matar para saber qué siente un asesino? ¿Qué violar para saber qué pasar por la cabeza de un violador? ¿Que despreciar para conocer las formas y maneras del desprecio? No estoy muy segura de ello, no sé. Sobre todo porque cuando medito sobre esto pienso en emociones negativas y el NO acude a mi cabeza.
Pero cuando razono sobre emociones positivas… ¿Es necesario haber sido feliz para escribir sobre la felicidad? ¿Haber estado esperanzada para narrar la esperanza? ¿Eufórica para la alegría?....
Yo soy una mujer que he amado, pero mi amor no es el que se refleja en mis historias.
El de mis libros es más el amor que sueño con tener cuando no estoy enamorada.

miércoles, 2 de mayo de 2007

El amor y el tiempo

Solo dos cosas que no se pueden comprar ni vender; el amor y el tiempo.