lunes, 28 de mayo de 2007

Desconocidos

Hace unos días asistí a una conferencia de Eduardo Punset.
Nos contó algo sorprendente que no estoy muy segura si os transmitiré de forma correcta.
Imaginaros andando por la calle, un poco despistadas, como, al menos yo, suelo ir siempre, pensando en lo que aún nos queda por hacer o si nos hemos dejado la lavadora puesta. En ese momento te cruzas con un desconocido y… tu cerebro empieza a procesar, como si fuera el archivador de una vieja biblioteca: si ese rostro es familiar, si pertenece a alguien que en algún momento haya compartido un pedazo de nuestras vidas y, si no es así.
NOS ENAMORAMOS.
Nos enamoramos de lo desconocido, de lo no cifrado en nuestra memoria. Así de sencillo.
Y yo me pregunto ¿Qué hay de eso de que siempre buscamos a alguien como nuestro padre o como nuestro primer amor?¿Qué hay de las que nos enamoramos una y otra vez del mismo tipo de individuo y que siempre sale mal, (pues por eso es una y otra vez y no una sola vez)? ¿Qué hay de …?
Eduardo, seguro que te entendí mal.

No hay comentarios: