viernes, 15 de junio de 2007

Una historia increíble…pero cierta

¿Conoces a Eleanor Burford? Apostaría a que no, pero estoy segura de que la conoces por alguno de sus múltiples seudónimos: Jean Plaidy, Victoria Holt, Philippa Carr, Elbur Ford, Kathleen Kellow o Ellalice Tate.

Bicheando en Internet he encontrado esta historia que copio y pego:


El caso es que en 1946, tan sólo un año antes de ver publicada su primera novela, Eleanor se encuentra en una encrucijada: tiene más o menos encarrilada su carrera literaria, en la vertiente histórico-romántica, pero le apetece escribir, a partes iguales, género policíaco y romántico. Para buscar inspiración viaja a Francia, que por aquel entonces es un hervidero cultural e intelectual.

Allí conoce a Vernon Sullivan, un escritor de novela negra, y surge el romance. Vernon enseña a Eleanor a urdir tramas policíacas, primero con un tono mortalmente serio, más tarde cayendo en el humor más desatado. Eleanor y Vernon escriben a cuatro manos hasta cinco novelas en menos de un año. Pero tienen un problema: están escritas en inglés, y ellos prefieren que aparezcan en francés, como agradecimiento al país que les ha recibido con los brazos abiertos.
Ni Eleanor ni Vernon dominan el idioma de Molière hasta el punto de traducir las novelas, de modo que recurren a un crítico de la revista Jazz Hot, Amadís Dudu, ingeniero reconvertido en traductor ocasional y autor de una novela relativamente aceptable (Vercoquin et le plancton), para realizar la versión francesa de sus novelas. Dudu realiza un trabajo excelente. Se trata de un muchacho alto y desgarbado, más bien introvertido, demasiado volcado en su joven esposa como para seguir el ritmo de escritura del tándem Sullivan-Bufford. Por ello la pareja decide lanzar un órdago al joven Dudu: le ofrecen la posibilidad de publicar The Foam of the Days con su nombre, pues Eleanor ya está desencantada con tantos rechazos, se desentiende por completo de la literatura romántica y decide seguir el camino del policíaco. Sin embargo, a instancias de Vernon, Eleanor decide que Amadís Dudu es un nombre demasiado ridículo para permitirse la publicación de una novela seria (y que, además, aparece como protagonista en el borrador de una obra iniciada por Eleanor, Autumn in Pekin) y urge buscarle un seudónimo.
Así nace Boris Vian.


Tomado de un artículo de Juan Manuel Santiago

1 comentario:

Anónimo dijo...

No conocía esta historia, pero me gustaría haber una pequeña aclaración: las primeras novelas de Eleanor Burford fueron publicadas en 1941, para 1946 la autora ya llevaba media docena de libros publicados con su nombre de soltera y comenzaba a hacerse popular, de hecho además de los contratos que ya tenía como Eleanor Burford, logró vender los manuscritos de sus novelas con mayor carga histórica a otra editorial bajo su primer seudónimo Jean Plaidy (en aquel entonces los seudónimos era habitual que fueran registrados por las editoriales en vez de por los autores, y debían cambiar de nombre al cambiar de editorial).