miércoles, 5 de marzo de 2008

Mapas y brújulas

Estoy inundada de mi nueva novela. Esto quiere decir que me he arremangado y encerrado a escribir. Yo escribo más con mapa que con brújula. Los escritores que utilizan la brújula parten de una idea que hasta puede ser un argumento aproximado. Después se lanzan a escribir. A mí esta técnica nunca me ha dado resultado. Suelen salirme un par de capítulos estupendos y a mitad de camino la historia empieza a deambular por un páramo sin rutas hasta un final incierto. Por eso hace años que refiero los mapas. Antes de sentarme a escribir no solo recopilo toda la información necesaria, sino que debo conocer la novela de principio a fin, sus capítulos, las escenas que se desarrollan en cada uno, cada detalle, sabérmela tan bien como el cuento de Caperucita. Son más manías que técnicas, lo reconozco, pero ¿quién no las tiene?

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